Grupo de Lectura
Docente a cargo: Juan Gonzales (PUCP)
Cabe preguntarse, por qué hay objetos en el mundo que atendemos con mayor atención que otros. Que parecen dar sentido a nuestra comprensión. Es cierto que aquello que no atendemos sirve como contraste, es decir, como trasfondo de perspectiva visual y por qué no decirlo, también en una dimensión psicoanalítica, como espacio en que devela no lo no dicho. Pero aquellos objetos en el mundo, en una pantalla de Cine o en el fluir de nuestra memoria, que resaltan son los que a entender de Stanley Cavell, precisamente nos permiten “hacer mundo”. Por ello no es casualidad que su libro “El Mundo visto…” inicie con una cita extraída del Walden de Thoreau que dice: «Why do precisely these objects which we behold make a world? ¿Por qué precisamente estos objetos que contemplamos hacen un mundo?».
Este “hacer mundo” parece en una primera mirada, remitir hacía el interior, es decir a una subjetividad que se descubre a sí misma y que a su vez, se resiste al devenir de la experiencia, y que desde lo íntimo y privado semantiza y da sentido a todo lo que vivimos y experimentamos. O más bien este “hacer mundo” remite a un doble movimiento, es decir, a un volver sobre nosotros que a su vez nos permite recrear y ampliar nuestro estar en el mundo. Es decir, más que crear un mundo exclusivo de sentido privado, lo que vemos en la pantalla de Cine, reconfigura nuestras ideas, sensaciones, recuerdos y un largo etcétera de dimensiones afectivas, intelectuales y neuronales, que de forma plástica amplían nuestra existencia, pues nos permite ir al encuentro de otros con los cuales hacer un mundo. Haciendo que nos encontremos con una actitud existencial puesta hacía lo que está por venir.
Este mundo visto, examinado, observado, juzgado del que nos habla con su título Cavell (recordemos la complejidad de traducir un término como viewed), no es un mundo ideal al modo metafísico o trascendental con el que sueña el solipsista, sea el de la primera modernidad, o el contemporáneo, devorado por un mundo tecnológico que parece responder a su deseo de forma casi instintiva. Es el mundo diario, “ordinario”, el que reclama nuestra atención, nuestra pausa para hacerle justicia ante nuestro habito de dejarlo de lado. Este mundo que se me aparece y que exige mi atención, se me hace propio, ya que en él, se juegan múltiples sentidos que no me suelen ser aparentes, y que más bien, se develan cuando mi atención empieza atender a experiencias, que aunque frágiles, nos llevan a comprender bajo una nueva luz o perspectiva, qué o quiénes somos, no es ya lo dado, sino siempre lo que está por venir, de esta forma, es una promesa permanente y latente de poder hacernos mejores.
Es por ello que nos parece importante volver a algunos conceptos e ideas propuestas por Cavell en su ya clásico “The World Viewed. Reflections on the Ontology of Film”. En el marco de las próximas actividades a realizarle en nuestra universidad en torno a la obra de Stanley Cavell.
Lista y temas de sesiones de trabajo
Primera sesión
Contexto y capítulos 2 y 3. Las “cosas” en la pantalla.
Lugar: Auditorio del Departamento de Humanidades
Segunda sesión
Capítulos 6, 7 y 8. El “origen” del Cine y sus “mitos”.
Lugar: Sala de Grados de Letras y Ciencias Humanas
Tercera sesión
Capítulos 11, 12 y 13. ¿El Cine es su propio medio?
Lugar: Auditorio del Departamento de Humanidades
Cuarta sesión
Capítulos 16 y 17, Conclusiones. ¿El Cine es su propio medio II?
Lugar: Auditorio del Departamento de Humanidades
Ingreso libre
previa inscripción